Las estructuras se caen. Todo es impermanente, no tenemos el control sobre eso. Creemos que decidimos, pero las cosas ocurren sin que las elijamos. Cuanto mas posesión creamos tener, mas sorpresivos son los sucesos.
Un episodio puede derrumbar esos esquemas que, durante algún tiempo, pensaste que te resguardarían para siempre. ¿Qué es para siempre?. Te lamentas, te enojas, te asustas. Buscas, nuevamente, respuestas a esos interrogantes que surgen de tu confundida razón. Necesitamos certezas, no nos animamos a fluir.
Sin embargo, no existe tal explicación que deseas. El deseo no tiene un lugar certero, las circunstancias se disponen por el camino que transitamos.
De esta manera, transcurrimos mientras las situaciones nos permiten transformar. Continuamente, estamos transfomandonos. Todo suceso, llega a nosotros como información para generar conocimiento de nosotros y de ella, la vida.
Un episodio puede derrumbar esos esquemas que, durante algún tiempo, pensaste que te resguardarían para siempre. ¿Qué es para siempre?. Te lamentas, te enojas, te asustas. Buscas, nuevamente, respuestas a esos interrogantes que surgen de tu confundida razón. Necesitamos certezas, no nos animamos a fluir.
Sin embargo, no existe tal explicación que deseas. El deseo no tiene un lugar certero, las circunstancias se disponen por el camino que transitamos.
De esta manera, transcurrimos mientras las situaciones nos permiten transformar. Continuamente, estamos transfomandonos. Todo suceso, llega a nosotros como información para generar conocimiento de nosotros y de ella, la vida.
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